Revolución del consumidor: la biometría como servicio
Con el avance de la biometría, distintas compañías encontraron la forma de utilizar estas herramientas para optimizar sus propios productos y servicios.
Las funciones de la biometría no se limitan a la seguridad. Está comprobado que las distintas variantes que tiene esta tecnología (lector de huellas, reconocimiento de rostro, lector de iris, entre otros) se pueden aplicar a distintos campos para lograr cambios profundos en industrias ya establecidas.
Un caso de éxito es el de los aeropuertos. Distintas terminales aéreas de todo el planeta ya implementan soluciones biométricas para acelerar los procesos de migración y registro de datos, tanto de entrada como de salida. El caso de los bancos es similar: en búsqueda de su transformación digital, hallaron en la biometría un aliado que soluciona problemas de accesibilidad, facilita el control de los clientes y acelera procesos burocráticos.
En este camino, la biometría se posicionó como servicio al alcance de todas las compañías que se dispusieron a modernizar alguno de sus procesos internos o de atención al cliente. Un estudio realizado por Research And Markets explica que la biometría como servicio es un negocio valuado en 1.160 mil millones de dólares (datos de 2017) y crecerá más de un 30% de cara al 2023, alcanzando un mercado valuado en 5.665 mil millones de dólares.
Con una popularidad creciente en todo el mundo, estas soluciones se difunden entre compañías y, año a año, las firmas dedican más presupuesto a vincularse a estas tecnologías. Gracias a soluciones más accesibles se generaron nuevas oportunidades de negocios que prometen transformar el mercado.
Casos reales
Si bien ya existen varios casos que implementan soluciones biométricas como los explicados anteriormente, este tipo de herramientas comenzaron a apuntarse en nuevas oportunidades de cara al público final.
Hertz, la empresa de alquiler de automóviles, comenzó a colocar puestos de entrega de autos en todo Estados Unidos con una particularidad: ya no hace falta pasar por un escritorio, llenar un formulario y firmar papelerio para retirar el coche de alquiler. Gracias a la tecnología biométrica, los clientes pueden retirar su auto con solo poner su dedo en un lector de huellas dactilares.
Este sistema, rápido, seguro y económico, comenzará a expandirse en todo el país norteamericano con la idea de transformar completamente el negocio, con las primeras experiencias en el aeropuerto de Nueva York y San Francisco. “En el mundo de los viajes, el tiempo es la esencia.
Y eso logramos con los puestos biométricos”, explicó la CEO de la empresa, Kathy Marinello, cuando presentaron el servicio por primera vez.
Pero el potencial solo está limitado por la imaginación. Tal es así que una nueva patente de IBM promete entregar cafés a domicilio mediante drones voladores que reconocen a quién hizo el pedido por la herramienta de reconocimiento de rostro. Esta compañía hace rato que quiere incursionar en el mercado logístico automatizado por equipos aéreos y la biometría parece el complemento perfecto para hallar a sus clientes.
Estos casos son solo una pequeña muestra de todo el potencial que tienen estas soluciones a los servicios que los usuarios consumen todos los días. Con el foco puesto en la agilidad y la seguridad, la biometría se posiciona como un pilar fundamental de los servicios del futuro cercano.