El crecimiento de un sinfín de sistemas, aplicaciones y dispositivos ha dado lugar a recordar diversas contraseñas a cambio de mantener segura la información; sin embargo, desde hace ya tiempo la biometría promete simplificar el acceso, y tal parece que su crecimiento tendrá un impulso importante gracias a los smartphones.
La biometría se encarga de analizar y determinar el patrón único de cada individuo a través de la medición de ciertas características biológicas (anatómicas y psicológicas) y de comportamiento. Las técnicas más comunes incluyen escáner del cuerpo, reconocimiento facial, de iris, de voz, venas del dorso de la mano o de huellas digitales.
Si bien en la actualidad muchos de los sistemas biométricos no han tenido el crecimiento esperado y no están totalmente adaptados para su adopción masiva y uso individual –incluso aún los puedes observar en películas futuristas–, esta situación podría cambiar, ya que los teléfonos inteligentes se convertirán en un motor importante para esta tecnología.
El número global de usuarios de smartphones biométricos se espera que alcance los 471.11 millones en 2017; hace cuatro años había 43.23 millones. En este periodo, la base de usuarios podría pasar de una fase de adopción temprana a otra de maduración, dando a la biometría la oportunidad de superar a las tecnologías existentes como el factor de autenticación doble (2FA). Para el 2019 podría ser una tecnología madura y migrar hacia los dispositivos móviles.
Así lo destaca el informe Biometrics go mobile: A market overview realizado por la firma Frost & Sullivan, que considera que los ingresos provenientes de la biometría en los teléfonos móviles inteligentes podría crecer desde los 53.6 millones de dólares del año 2013 a los 396.2 millones en 2019, incrementando anualmente un 39.6%.
Debido a las capacidades de hardware existentes entre los distintos dispositivos, la mayor parte del crecimiento se espera que provenga de las tecnologías de reconocimiento facial y de voz. Si bien las tecnologías biométricas serán impulsadas por la proliferación de nuevos equipos con autenticación por huella dactilar, su aceptación no terminará de consolidarse hasta que el mercado no desarrolle un software de autenticación más sofisticado y preciso.
Vale la pena mencionar que el iPhone 5S de Apple fue el primer smartphone con un sensor que reconoce las huellas dactilares. La biometría compite con otros métodos de identificación fáciles de usar, como la NFC (Near Field Communications), que es una tecnología de comunicación inalámbrica que permite el intercambio de datos entre dispositivos y, por supuesto, también requiere una inversión significativa en infraestructura y sensores.
Por otra parte, la proliferación de dispositivos móviles en el trabajo exigirá un equilibrio entre seguridad y usabilidad. Gartner estima que para 2016 el 30% de las empresas habrán optado por sistemas de autenticación biométrica en los dispositivos móviles de sus empleados, comparado con el 5% actual.
Esta consultora concluye que los sistemas biométricos de autenticación verán un nuevo resurgir, al ofrecer mayor seguridad. Incluso, algunos sistemas ya utilizan sistemas de reconocimiento de voz, de los rasgos faciales, y éstos se pueden conjugar con contraseñas.
La biometría es una de las tecnologias menos franqueables en la actualidad, además de mayor comodidad para el usuario. Aunque la mayoría de las organizaciones utiliza contraseñas las lapTop, no lo hace igual con los smartphones y tabletas; donde el nivel de seguridad es menor.
Fuente: @Forbes_Mexico
Twitter: @BlueCoat